DÍA 23 DE FEBRERO
Como he dicho antes, hoy hemos empezado un tema nuevo: La sexualidad humana. Y para introducirnos en el tema el profesor nos ha leído una historia que se llama "Cruzando el río". En esta historia dos hombres, que son discípulos, van caminando por un camino con su maestro y encuentran a una mujer, que es bastante provocadora y les dice a los dos hombres que cúal sería capaz de llevarla hasta la otra orilla del río. Uno de ellos se ofrece para llevarla hasta la otra orilla entre caricias y cuando la deja en la otra orilla esta se despide de él con un cálido y apasionado beso. Posteriormente este vuelve al grupo.
Mientras tanto el otro discípulo se siente mal por no haber sido él quien acompañara a la otra orilla del río a la mujer. Tras esperar que el maestro reprendiera contra el otro discípulo (el que llevó a la chica, tras muchas semanas en silencio y amargado, coje el discípulo y le pregunta a su maestro que porque no ha regañado a su compañero siendo que ha roto las reglas de la sociedad y el maestro le responde:
"Porque el cogió una mujer en una orilla y la dejó en otra, tú la cojiste en una orilla y no la has dejado todavía".
Entonces ¿como podemos controlar los deseos que parecen que no nos convienen? Ante esta pregunta, las personas lo que solemos hacer es anular estos deseo con unos nuevos. Si no cumples un deseo puedes hacer dos cosas, o bien oprimirlo y desear una cosa nueva o bien transmutarlo, es decir transformar ese deseo en otro parecido pero más fácil de alcanzar ya que la mera prohibición de un deseo nos aumenta las ganas de conquistarlo, hasta tal punto de poder llegar a obsesionarse por ese deseo.
Mientras tanto el otro discípulo se siente mal por no haber sido él quien acompañara a la otra orilla del río a la mujer. Tras esperar que el maestro reprendiera contra el otro discípulo (el que llevó a la chica, tras muchas semanas en silencio y amargado, coje el discípulo y le pregunta a su maestro que porque no ha regañado a su compañero siendo que ha roto las reglas de la sociedad y el maestro le responde:
"Porque el cogió una mujer en una orilla y la dejó en otra, tú la cojiste en una orilla y no la has dejado todavía".
Entonces ¿como podemos controlar los deseos que parecen que no nos convienen? Ante esta pregunta, las personas lo que solemos hacer es anular estos deseo con unos nuevos. Si no cumples un deseo puedes hacer dos cosas, o bien oprimirlo y desear una cosa nueva o bien transmutarlo, es decir transformar ese deseo en otro parecido pero más fácil de alcanzar ya que la mera prohibición de un deseo nos aumenta las ganas de conquistarlo, hasta tal punto de poder llegar a obsesionarse por ese deseo.
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